Aquí van los ganadores principales de la noche, con una breve reseña:
Mejor actriz de reparto en una serie comedia:
Jaime Pressly, como Joy Turner, en My Name is Earl: Aunque yo votaba por Jenna Fisher (The Office), cualquiera de las otras nominadas pudieron haber ganado. Para mí, la menos buena después de las estereotipadas de Two And a Half Men. Primera nominación y estatuilla.
Mejor actriz de reparto en una serie drama.
Katherine Heigl, como Isobel, en Grey’s Anatomy. Aunque nunca me gustó Grey’s Anatomy, junto con Sandra Oh (también nominada) y Isaiah Washington, esta cabra es de lo mejor que hay en el elenco. Yo votaba por su colega coreana. También primeriza en esto de los premios.
Mejor actor de reparto en una serie comedia.
Jeremy Piven, como Ari Gold, en Entourage: Creo que es el segundo EMMY que se gana Piven por este mismo papel. Una injusticia, si consideramos que Entourage es tan comedia como Boston Legal un drama. Dos series en categorías equivocadas. Sobre Entourage, nada supera su primera temporada. Dinámica, sagaz y ligeramente arrogante, lo que en su caso es una virtud.
Mejor actor de reparto en una serie drama.
Terry O’Quinn, como John Locke, en Lost: A estas alturas, ya no deben quedar fans de Lost en este mundo, gracias a la pésima política programática y publicitaria de una de las mejores ideas que se han visto en TV. Si O’Quinn debía ganarse un EMMY, era el 2006 para la primera temporada. Para la segunda temporada debió haber ganado Michael Emerson (Ben), también nominado este año, y para la tercera, nadie. Yo había elegido al grandísmo William Shatner / Danny Crane (Boston Legal).
Mejor actriz en una serie comedia.
América Ferrera, como Betty Suarez, en Uggly Betty: Si mal no recuerdo, América Ferrera ya se ganó un Globo de Oro por esta Betty gringa. Al cable llega este año, así que no puedo decir nada. Dicen que, junto a la discriminación estética, a esta versión gringa se agrega el desprecio inmemorial de los gringos por el pueblo mexicano. Un poroto.
Mejor actriz en una serie drama.
Sally Field, como Nora Walker, en Brothers and Sisters: Esta serie la transmitirá Universal Channel (tan buenas series, tan mala imagen) en unos meses más. Así que no puedo decir cómo está Sally Field en este rol. Pero es Sally Field, y todos sabemos cuánto pesa esta señora. Si no, vean Norma Rae, que le valió el Oscar.
Mejor actor en una serie comedia.
Ricky Gervais, como Andy Millman, en The Office (UK): Aunque yo soy un fanático del trabajo de Steve Carrell en The Office versión gringa, hay que reconocer que el papel que escribió Gervais del jefe inoportuno, estúpido y engreído está cantado para él. Un manejo de los tiempos y tonos vocales increíble. Un monstruo, aunque mucho mejor escritor. Nadie habla para sí tan bien como Gervais. Carrell va a tener que admitir que le ganaron bien en ésta.
Mejor actor en una serie drama.
James Spader¸ como Alan Shore, en Boston Legal: Sobre Boston Legal, ya lo dije; la mejor serie cómica incluida en una categoría con series dramáticas. Excelentes presentaciones. Con este tipo de obras, a uno le dan ganas de que lo demanden. Spader es un viejo zorro; debe estar cansado de que lo nominen tanto.
Mejor miniserie.
Broken Trail: Miniserie producida por Sony y por la productora de Robert Duvall, quien comparte roles Thomas Haden Church (el ebrio de Sideways y el hombre de arena de Spiderman 3) y Greta Scacchi (quién ya ganó un EMMY por la serie Rasputín). La miniserie, que aun no llega a las pantallas chilenas, narra la historia de dos vaqueros que, durante un traslado de caballos mustang por el campo, se topan con un proxeneta que transporta a cinco mujeres chinas a quienes intentan liberar.
Mejor reality.
The Amazing Race: Siempre gana. Es lo máximo que puede aceptar la Academia. Solo porque Jerry Bruckenheimer es el productor. Ni ahí con el weon, aunque sea seco. Mis favoritas eran Top Chef (Sony) y Project Runway (People & Arts).
Mejor serie comedia.
30 Rock: Un seudo spin off de Saturday Night Live, producida por Lorne Michael, creador de SNL, y escrita por Tina Fey, la guionista que revitalizó al histórico programa de humor. La serie narra las travesías de una productora de televisión, por sacar adelante un programa igual a SNL entremedio de pura gente inepta, y por ende, graciosa. Mi favorita era, obviamente, The Office.
Mejor serie drama.
The Sopranos: Su EMMY número 12, segundo en la categoría de mejor serie. Toda la gala fue dedicada a esta serie que acaba de transmitir su sexta y última temporada por HBO. Además, su creador David Chase ganó su cuarta estatuilla como guionista de la serie. Ya es un ícono. Y todos los días me culpo por encontrarla fome.
Mejor actriz de reparto en una serie comedia:
Jaime Pressly, como Joy Turner, en My Name is Earl: Aunque yo votaba por Jenna Fisher (The Office), cualquiera de las otras nominadas pudieron haber ganado. Para mí, la menos buena después de las estereotipadas de Two And a Half Men. Primera nominación y estatuilla.
Mejor actriz de reparto en una serie drama.
Katherine Heigl, como Isobel, en Grey’s Anatomy. Aunque nunca me gustó Grey’s Anatomy, junto con Sandra Oh (también nominada) y Isaiah Washington, esta cabra es de lo mejor que hay en el elenco. Yo votaba por su colega coreana. También primeriza en esto de los premios.
Mejor actor de reparto en una serie comedia.
Jeremy Piven, como Ari Gold, en Entourage: Creo que es el segundo EMMY que se gana Piven por este mismo papel. Una injusticia, si consideramos que Entourage es tan comedia como Boston Legal un drama. Dos series en categorías equivocadas. Sobre Entourage, nada supera su primera temporada. Dinámica, sagaz y ligeramente arrogante, lo que en su caso es una virtud.
Mejor actor de reparto en una serie drama.
Terry O’Quinn, como John Locke, en Lost: A estas alturas, ya no deben quedar fans de Lost en este mundo, gracias a la pésima política programática y publicitaria de una de las mejores ideas que se han visto en TV. Si O’Quinn debía ganarse un EMMY, era el 2006 para la primera temporada. Para la segunda temporada debió haber ganado Michael Emerson (Ben), también nominado este año, y para la tercera, nadie. Yo había elegido al grandísmo William Shatner / Danny Crane (Boston Legal).
Mejor actriz en una serie comedia.
América Ferrera, como Betty Suarez, en Uggly Betty: Si mal no recuerdo, América Ferrera ya se ganó un Globo de Oro por esta Betty gringa. Al cable llega este año, así que no puedo decir nada. Dicen que, junto a la discriminación estética, a esta versión gringa se agrega el desprecio inmemorial de los gringos por el pueblo mexicano. Un poroto.
Mejor actriz en una serie drama.
Sally Field, como Nora Walker, en Brothers and Sisters: Esta serie la transmitirá Universal Channel (tan buenas series, tan mala imagen) en unos meses más. Así que no puedo decir cómo está Sally Field en este rol. Pero es Sally Field, y todos sabemos cuánto pesa esta señora. Si no, vean Norma Rae, que le valió el Oscar.
Mejor actor en una serie comedia.
Ricky Gervais, como Andy Millman, en The Office (UK): Aunque yo soy un fanático del trabajo de Steve Carrell en The Office versión gringa, hay que reconocer que el papel que escribió Gervais del jefe inoportuno, estúpido y engreído está cantado para él. Un manejo de los tiempos y tonos vocales increíble. Un monstruo, aunque mucho mejor escritor. Nadie habla para sí tan bien como Gervais. Carrell va a tener que admitir que le ganaron bien en ésta.
Mejor actor en una serie drama.
James Spader¸ como Alan Shore, en Boston Legal: Sobre Boston Legal, ya lo dije; la mejor serie cómica incluida en una categoría con series dramáticas. Excelentes presentaciones. Con este tipo de obras, a uno le dan ganas de que lo demanden. Spader es un viejo zorro; debe estar cansado de que lo nominen tanto.
Mejor miniserie.
Broken Trail: Miniserie producida por Sony y por la productora de Robert Duvall, quien comparte roles Thomas Haden Church (el ebrio de Sideways y el hombre de arena de Spiderman 3) y Greta Scacchi (quién ya ganó un EMMY por la serie Rasputín). La miniserie, que aun no llega a las pantallas chilenas, narra la historia de dos vaqueros que, durante un traslado de caballos mustang por el campo, se topan con un proxeneta que transporta a cinco mujeres chinas a quienes intentan liberar.
Mejor reality.
The Amazing Race: Siempre gana. Es lo máximo que puede aceptar la Academia. Solo porque Jerry Bruckenheimer es el productor. Ni ahí con el weon, aunque sea seco. Mis favoritas eran Top Chef (Sony) y Project Runway (People & Arts).
Mejor serie comedia.
30 Rock: Un seudo spin off de Saturday Night Live, producida por Lorne Michael, creador de SNL, y escrita por Tina Fey, la guionista que revitalizó al histórico programa de humor. La serie narra las travesías de una productora de televisión, por sacar adelante un programa igual a SNL entremedio de pura gente inepta, y por ende, graciosa. Mi favorita era, obviamente, The Office.
Mejor serie drama.
The Sopranos: Su EMMY número 12, segundo en la categoría de mejor serie. Toda la gala fue dedicada a esta serie que acaba de transmitir su sexta y última temporada por HBO. Además, su creador David Chase ganó su cuarta estatuilla como guionista de la serie. Ya es un ícono. Y todos los días me culpo por encontrarla fome.
2 comentarios:
está bueno el blog diego
saludos!
diegolo!
ya aka te posteo para demostar tu posicionamiento en la blogosfera! (ja!)
Y eso del rosado se lleva en l sangre vo! cachai... no podia traicionar mis principios! asi mi blog esta a tono con mis zapatillas, la cartera y la bufanda estilo jano!...
Ya de tu tema no puedo opinar mucho por que no estan las series que me gustan... soy una ñoña que ve cosas malas parece!
jajaja
saludos
nos vemos el lunes!!!
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